Desde Sao Paulo
La selección argentina deberá sortear hoy el escollo
de Suiza, a la que venció sin problemas hace poco más de dos años 1-3 en
territorio helvético en un partido amistoso, con el propósito de llegar a los
cuartos de final del Mundial de Brasil, en un partido que la presenta como
clara candidata.
El equipo que conduce Alejandro Sabella hizo el
reconocimiento del estadio Arena Corinthians, en Itaquerao, aunque no pudo
utilizar las áreas chicas porque fueron valladas para ser cuidadas debido a las
lluvias que cayeron en la ciudad en las últimas horas y que deterioraron un
poco el campo de juego, aunque se supone que llegará en cierto buen estado para
cuando sean las 13 horas y el partido comience.
Como en las ocasiones anteriores, Sabella no mostró
ninguna carta y se guardó toda la información hasta los minutos previos al
partido, por lo que no hay certezas ni del once titular, ni del sistema
táctico, que generará cambios o no en la alineación.
Algunos creen que Ezequiel Lavezzi será el encargado
de reemplazar a Sergio Agüero, lesionado, pero no se sabe si para jugar en el
ataque en una línea de tres con Lionel Messi y Gonzalo Higuaín, o si Sabella
optará por jugar como en aquel amistoso de 2012 con una línea de cuatro
volantes que ejerció una gran presión en tres cuartos de cancha, con Maxi
Rodríguez por un costado, Di María por el otro, Mascherano por el medio (en
aquel tiempo junto a Braña, luego reemplazado por Gago). Si fuera así, podría
ingresar Rodríguez en vez de Lavezzi.
Por el lado suizo, se destacan su arquero Benaglio,
su lateral izquierdo Lichteiner (Juventus), su volante Ilner y su atacante
Shaquiri (Bayern Munich), que viene de marcar tres goles ante Honduras en la
última fecha de la fase de grupos.
En la conferencia de prensa, los jugadores suizos se
dieron tiempo para destacar la importancia de jugar ante el equipo argentino,
al que dieron sobradas muestras de respeto.
El entrenador de Suiza es el alemán Ottmar Hitzfeld,
quien ganara la Champions League y la Intercontinental con el Bayern Munich en
2001 y que tiene una larga trayectoria en el fútbol europeo.
Del equipo argentino se espera un rendimiento en
ascenso, con la preocupación mayor centrada en la defensa y cierta endeblez
demostrada hasta ahora.
Sabella y los jugadores prometieron, entonces, más
trabajo en este aspecto, en la defensa y en el retroceso cuando el ataque
proviene del equipo rival. Ante Suiza, es el momento para ir viendo cambios y
para comprobar también si Lionel Messi sigue siendo tan decisivo como hasta
ahora.
Se calcula que puede haber en el estadio hasta
cuarenta y cinco mil argentinos. ¿Todos tendrán su entrada?
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