DESDE VIÑA DEL MAR, CHILE
Si algo le faltaba en esta Copa América a la
selección colombiana era enterarse, como le sucedió ayer, que el volante Edwin
Valencia no podrá seguir participando, al aparecer en los estudios que padece
una ruptura total del ligamento cruzado anterior de la pierna derecha, según
confirmó el médico del plantel, Carlos Ulloa.
Valencia, que no podrá jugar al fútbol por seis
meses luego de su lesión ante Perú, que obligó a que lo reemplazaran a los 20
minutos del primer tiempo, se suma entonces a los ya ausentes en cuartos de
final ante la selección argentina, el próximo viernes a las 20,30en el estadio
Sausalito: Carlos Sánchez, por doble amarilla en la fase de grupos, y Carlos Bacca,
expulsado tras el partido ante Brasil.
Demasiadas bajas para una selección de José Pekerman
que no viene pudiendo demostrar aquel nivel que se le vio en el pasado Mundial
de Brasil. De hecho, en los tres partidos convirtió un solo gol, y fue por intermedio
de un defensor, Jeison Murillo, pero los medios colombianos coinciden en que la
pólvora de los atacantes está mojada y ya comienza a haber preocupación cuando
lo que abundaba eran definidores.
Es claro que este Radamel Falcao García, por el
momento, no es el que fuera antes de su dura lesión que lo marginó del Mundial.
Ya pudo verse esta temporada en el Manchester United, en el que quedó relegado,
y arrecian las críticas a Pekerman por seguir apostando a él cuando otros ya
quieren ver en acción a Bacca (que no puede jugar el viernes) o a Jackson
Martínez, de gran año en el Porto y a punto de ser transferido al Atlético
Madrid de Diego Simeone, aunque en los últimos partidos con la camiseta
cafetera tampoco apareció en la medida de lo esperado. Queda la única
alternativa de Muriel, que espera su oportunidad.
Si eso pasa arriba, qué decir de los volantes. Ya
antes de la Copa, Pekerman y su ayudante de campo Néstor Lorenzo (aquél de la
final de Italia 1990) se quedaron sin dos jugadores importantes como Fredy
Guarín y Abel Aguilar, a los que hay que sumar ahora a Valencia, ya fuera del
torneo y a Sánchez, la figura de la cancha ante Brasil según la organización de
la Copa, y el mismo que marcara perfectamente a Lionel Messi en el estadio de
Colón de Santa fe en la fase de grupos en Argentina 2011 (0-0). El único
volante de marca que queda disponible para jugar ante Argentina es Alexander
Mejía.
Si bien el triángulo final parece intocable, con los
centrales Christian Zapata y el ya citado Murillo, junto al arquero David
Ospina, titular en el Arsenal inglés, otro de los puntos fuertes del pasado,
los dos laterales, también están en cuestión, porque ni Camilo Zúñiga ni Pablo
Armero están jugando a su nivel.
El mayor ejemplo es que Pekerman reemplazó a Armero
en los tres partidos de la fase de grupos, mientras que en el último, ante
Perú, Santiago Arias entró por Zúñiga.
Los colombianos también observan que el esquema que
vino utilizando Pekerman de 4-2-2-2 no está funcionando, en especial, la línea
intermedia de dos, la creativa, con James Rodríguez y Juan Guillermo Cuadrado,
tal vez acusando el mismo cansancio de la temporada que los argentinos.
Cerca del equipo colombiano se dice que en la
primera fase, bastó que los rivales apretaran a estos dos jugadores clave en la
creación para que ya el equipo no encontrara el camino al arco adversario.
La pregunta sería si la selección argentina, aún
sabiendo que esto le sucedió a la colombiana, resignaría posesión de pelota y
juego para ir a la marca de Rodríguez y Cuadrado, y parece difícil que eso
ocurra, con la mentalidad de Gerardo Martino.
Más bien lo contrario, a Lucas Biglia se lo notó más
adelantado que Javier Mascherano, en un puesto algo diferente al del Mundial,
como si Martino le hubiera sugerido que recupere la memoria como volante con
mayor ductilidad y se parezca a aquel jovencito que ganara el Mundial sub-20
junto a Lionel Messi y Fernando Gago en Holanda 2005, hace una década.
Es decir que si el equipo argentino repitiera el
esquema básico de Martino en todo el año, con Pastore y los tres atacantes, y
con Biglia algo más adelantado que Mascherano, no parece posible que el equipo
argentino anule al colombiano a partir de la marca y podría liberar en cierta
forma a los volantes rivales, pero siempre con la idea de que de todos modos,
la pelota estará del lado albiceleste.
Quedan pocos días para resolver la cuestión.
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