domingo, 28 de junio de 2015

Otra vez Paraguay elimina a Brasil en la Copa América (Kicker)


DESDE CHILE


Otra vez, como en la Copa América de 2011 en Argentina, la selección paraguaya eliminó a la brasileña, por penales y en la misma instancia de cuartos de final. Con algunos jugadores diferentes, con el remanente de la generación pasada, otra vez con Justo Villar en el arco, y con Roque Santa Cruz y Nelson Haedo Valdez adelante.

Todo parece repetirse. La alegría para esta selección paraguaya dirigida ahora por el entrenador argentino Ramón Díaz, y la pesadilla para este extraño Brasil en el que Dunga regresa al triste banco para “asegurar” resultados como si alguien pudiera garantizarlos.

Está claro que no y que no se trata de buscar cambiar rápidamente el desastre del Mundial de 2014 sino de encontrar para eso una idea, y este Brasil tiene buenos jugadores, pero ningún crack que desequilibre como en tiempos pasados.

Fue un partido parejo el del sábado en Concepción, en el que Brasil consiguió el gol enseguida por una muy buena combinación entre Elías, Daniel Alves, y su centro desde la derecha para que Robinho empujara la pelota a la red sin dificultades.

Parecía que Brasil lo resolvería desde ese momento, teniendo la pelota y jugándola para que los minutos pasaran, pero en el segundo tiempo sufrió demasiado los embates de Paraguay, que sabe jugar muy bien con los centros aéreos y los cabezazos, hasta que de tanto insistir, en el minuto 70 llegó el empate cuando un centro desde la derecha encontró la mano de Thiago Silva dentro del área cuando ya iba a cabecear Santa Cruz.

El penal lo ejecutó Derlis González, con potencia, el partido quedó empatado y desde ese momento, todo fue diferente y mucho más atractivo, porque los brasileños fueron decididamente a buscar el triunfo, aunque sin tanta claridad, mientras que los paraguayos no se quedaron atrás y contragolpearon las veces que pudieron, y el partido se hizo dinámico y mucho más atractivo.

El equipo paraguayo hizo algo parecido al partido de la fase de grupos con Argentina en La Serena, que es partir el medio y apostar a un ida y vuelta que le había resultado positivo y así como ante los de Lionel Messi perdía 2-0 y lo empató, ahora también conseguía la igualdad con un sistema parecido  y con la sensación de que tal vez si el partido continuaba unos minutos más, lo podía haber ganado.

“No tuvimos suerte pero tampoco supimos resolverlo en los noventa minutos y nuestra producción fue de mayor a menor en el partido. Nos fuimos quedando y ellos también presionaron mucho con centros y remates desde lejos y no tuvimos respuesta. Esta eliminación en cuartos de final es un duro golpe porque nos habíamos ilusionado con ganar esta Copa pero será en otra oportunidad”, dijo Roberto Firmino al poco tiempo de finalizar el partido.

El mayor problema de Brasil fue la creación en el medio. En eso, hay una coincidencia generalizada en que no parece encontrar jugadores de talento para la creación. Son buenos jugadores, pero no establecen una diferencia como en otros tiempos, y lo mismo sucede en el ataque, que no tiene una gran capacidad de gol.

Por el lado de Paraguay,  si bien Ramón Díaz no contó esta vez ni con Lucas Barrios en el ataque ni con el lesionado Néstor Ortigoza en el medio, el planteo pareció acertado y en especial, lo realizado en el segundo tiempo cuando el equipo se soltó y se fue hacia el arco de Jefferson, de muy buena actuación.

Ya luego en la definición por penales, comenzó convirtiendo Fernandinho para Brasil, empató Oscar Martínez, y luego Everton Ribeiro, que había ingresado en el segundo tiempo, falló el suyo rematando afuera, y Víctor Cáceres aprovechó para poner en ventaja a Paraguay 2-1. Desde ese momento, ya Brasil nunca más pudo volver a la ventaja.

Empató Miranda 2-2 pero Bobadilla volvió a convertir para el 3-2 y Douglas Costa falló su penal. Santa Cruz tuvo entonces la chance del triunfo pero sorpresivamente elevó su remate, empató parcialmente Felipe Coutinho pero Derlis González definió la serie 4-3 con su último remate.

Ahora Paraguay deberá volver a enfrentar a Argentina, con la que empató 2-2 en el debut de esta Copa en la fase de grupos en La Serena, por una de las semifinales, el próximo martes en Concepción, mientras que el lunes jugarán Chile y Perú, por la otra semifinal.

Otro dato destacado de esta semifinal de la Copa América es que los cuatro entrenadores son argentinos: Ricardo Gareca (Perú), Jorge Sampaoli (Chile), Gerardo Martino (Argentina) y Ramón Díaz (Paraguay).

“Es una gran alegría para el pueblo paraguayo. Nosotros fuimos tomando fuerza en la medida que pasaron los partidos y nos fuimos convenciendo de que se podía llegar hasta donde finalmente llegamos y si ya le empatamos una vez a Argentina, ¿por qué no pensar en pasar a la final?”, se preguntó Nestor Haedo Valdez tras el partido.

De los cuatro seleccionados que han quedado en la Copa América, tres ya la han ganado anteriormente y sólo Chile no conoce el éxito. Perú y Paraguay consiguieron salir campeones en los años setenta y Argentina, que la ganó 14 veces (Uruguay es el que más títulos tiene, 15), no lo consigue desde Ecuador 1993, que además es su último título con la selección mayor.

Paraguay sólo perdió un partido en las dos últimas Copas América, la final de Argentina 2011 ante Uruguay, y ha retornado a los primeros planos internacionales luego de quedar fuera del Mundial de Brasil 2014.

“Creo que planteamos muy bien el partido y nuestro estado físico es muy bueno y por eso pudimos mantener la pelota lejos de nuestro arco en el segundo tiempo. Eso fue clave para que no sufriéramos a Brasil, que siempre tiene buenos equipos y jugadores de calidad”, dijo Ramón Díaz, que consideró a su rival del martes por la semifinal, el equipo argentino, como “el mejor del mundo, con el mejor jugador del mundo en sus filas, Lionel Messi, pero haremos todo lo posible por ganar y ser finalistas el sábado en Santiago”.


Brasil será local en la próxima Copa América prevista para 2019.

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