sábado, 27 de junio de 2015

Una Copa a la medida del local (Perfil)



DESDE VIÑA DEL MAR


Ya había finalizado el partido inaugural del Mundial de Estados Unidos 1994 y con dos periodistas nos acercamos al hotel de la FIFA, en Chicago. Eran los coletazos del Congreso Extraordinario.
Más atrás, en la confitería, uno de los empresarios ligados a los derechos de Tv que estaba en la lista de buscados por Interpol por el FIFA-gate, nos invitaba a un whisky mientras del bolsillo de su desprolijo saco, extrajo un papel tipo servilleta con unos esquemas escritos en birome.
-         ¿Qué es esto? Nos preguntó.
-         ….
-         Es la Copa América de Uruguay
-         ¿Cómo? Si falta un año…
-         Sí,  pero no…
-         ¿Cómo que no?
-         Bueno, todo se acomoda
-         ¿A ver?
-         El local va siempre con equipos accesibles. La idea es que las potencias como Argentina y Brasil, en lo posible jueguen en alguna instancia por la otra llave, cosa de que se propenda a que la final la jueguen el local y una de esas potencias, ya desgastadas.
-         ¿No es demasiado?
-         Ya lo verán, tiempo al tiempo.

Un año después, Uruguay le ganaba por penales la final a Brasil, que había eliminado a la selección argentina en Rivera, en cuartos de final, con aquella mano de Tulio y un escándalo final.

Como sucede siempre, incluso en los Mundiales, el local tiene demasiada suerte en los sorteos y siempre tiene grupos accesibles, desde hace muchos años.
Tanto es así en este caso, que Chile tuvo un grupo tan accesible que hasta Bolivia, que cayó 5-0 con Argentina en la previa, 5-0 ante los locales en la primera fase, fue segunda del Grupo A porque más atrás quedaron Ecuador  y México B (el equipo titular apunta a la Copa de Oro de la Concacaf, que su vez clasifica para la Copa Confederaciones de Rusia 2017).

Casualmente, en los otros dos grupos, apretados, aparecieron Argentina, Uruguay y Paraguay en el B, y Brasil junto a Colombia en el C, y Chile tiene el camino expedito a la final sin enfrentarlos, y si pasan cuartos, Argentina deberá medirse con Brasil en semis. ¿Les suena?

Gerardo Martino ya comenzó a hablar de tener cuidado con los arbitrajes. ¿Apuntando ya a la final en Santiago? Todo indica que sí. “Me preocupa mucho más los arbitrajes que Colombia”, llegó a decir el director técnico argentino, en referencia al episodio de Gonzalo Jara con Edinson Cavani en el Chile-Uruguay.

Lo extraño del caso, que sorprendió a los dirigentes de la Asociación Uruguaya (AUF) es que el Comité de Disciplina de la Conmebol no haya actuado de oficio en una situación tal clara como esa.

La inacción del Comité Disciplinario, o el penal que Néstor Pitana le cobró a los locales en su debut ante Ecuador cuando el partido se complicaba y los nervios jugaban sus cartas, son algunos indicativos de que en esta Copa ocurre lo de casi siempre…



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