lunes, 29 de junio de 2015

La revancha de Carlos Tévez (Kicker)



DESDE CHILE


Hace exactamente cuatro años, la selección argentina pasaba a los cuartos de final de la Copa América en su propia casa y enfrentaba a la siempre difícil Uruguay en el estadio de Colón de Santa Fe.

Carlos Tévez no había llegado bien a formar parte de ese plantel y hasta semanas antes, ni siquiera era tenido en cuenta por el entonces entrenador, Sergio Batista, quien ni siquiera lo llamaba cuando viajaba a Europa a ver jugadores y tampoco cuando se acercaba a Inglaterra para dialogar con los jugadores argentinos de la Premier League.
Batista llegó a humillar a Tévez, que jugaba en el Manchester City, al punto de decir que en el caso de necesidad de contar con un goleador iba a nacionalizar al uruguayo Santiago Silva, goleador de la liga argentina.

Se dijo entonces que el presidente de la AFA, Julio Grondona, lo sacó de la selección argentina porque en el primer partido amistoso de la etapa de Batista, Tévez insistió públicamente en que se le diera una nueva oportunidad a Diego Maradona, quien había fracasado como entrenador del Mundial de Sudáfrica en 2010.

Pero cuando llegó la Copa América de 2011, Tévez no sólo acabó jugando. Se dijo que las presiones de las empresas auspiciantes, que saben que el público lo consideró siempre “el jugador del pueblo”, por su actitud dentro de la cancha y por provenir del club más popular de la Argentina, Boca Juniors, resultaron fundamentales.

Uruguay resistió el empate ante Argentina esa noche en Santa Fe, y en el momento de los penales, justamente Tévez falló el suyo, atajado por Fernando Muslera, los locales quedaron eliminados de la Copa América y para el delantero comenzó una etapa de ostracismo  y ya no volvió a ser convocado en los tres años siguientes, y tampoco jugó el pasado Mundial de Brasil.

“Parece que Alejandro Sabella no tiene TV por cable en su casa”, ironizó Tévez, que en su primer año en la Juventus se convertía en goleador y campeón italiano, en un gran momento, en referencia al nuevo entrenador de la selección argentina, que siguió con la línea de Batista de no tenerlo en cuenta.

También se dijo que los jugadores de mayor peso en el plantel no lo aceptaban. Pero pasó el Mundial 2014, Sabella renunció, y cuando asumió Gerardo Martino, éste consideró necesaria su vuelta desde fines de 2014.

Y como son las vueltas de la vida, Argentina llegó a cuartos de final ante Colombia, estaban empatados, y ya habían rematado más de cinco cada uno, y fue Tévez el encargado de clasificar a su equipo a semifinales.


“No quería que él pateara porque cuatro años antes, fue el que falló, pero como iban pateando todos, justo le tocó definir. Así es el fútbol”, resumió Martino.

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