DESDE LA SERENA, CHILE
La selección argentina no sólo buscará redimirse esta noche a las 20,30 en el estadio La Portada después de su extraño debut en la Copa América, sino que tiene un segundo motivo ante la de Uruguay, en uno de los clásicos más añejos del mundo, porque los Celestes fueron los causantes de la eliminación en cuartos de la edición pasada en Santa Fe.
Si los partidos entre las selecciones de Argentina y Uruguay tuvieron siempre un condimento aparte, esta vez, si bien un poco temprano en el devenir de la Copa, cuentan con la posibilidad de ir perfilando el liderazgo del Grupo B, y con él, los futuros rivales en cuartos de final y también la sede para esa instancia.
Pero si hay algo que interesa más que todo eso, es la confianza, lo que, según dijo el director técnico argentino, Gerardo Martino, es en lo que más tuvo que trabajar en estos días porque esta Copa no da respiro y no hay muchas posibilidades de experimentar demasiadas variantes en el propio campo de juego.
Lo mismo le pasa al director técnico uruguayo, Oscar Tabárez, que inició su tercer ciclo consecutivo a cargo del equipo y que, todo indica, repetiría formación respecto del partido debut que arrojó una ajustada victoria 1-0 ante Jamaica.
Por el lado argentino, Martino se volcaría por los retornos al equipo titular del lateral derecho Pablo Zabaleta por Facundo Roncaglia, y del volante de contención Lucas Biglia por Ever Banega, buscando el “equilibrio”, una de las palabras más utilizadas desde el doloroso empate ante Paraguay 2-2 en este mismo estadio La Portada, escenario del debut el pasado sábado.
Todo indica que la selección argentina deberá corregir importantes aspectos tácticos como el retroceso cuando se pierde la pelota, y no perder nunca la
superioridad numérica a partir de una idea de tener cuanto más se pueda la posesión de la pelota.
“La tendencia será siempre el riesgo”, dijo Martino en una conferencia de prensa, en el propio estadio La Portada en el día de ayer, que no tuvo desperdicio porque se mostró firme en sus convicciones ofensivas y lanzó un misil tierra-tierra a la dirigencia de la AFA: “el fútbol argentino no tiene un estilo porque cambiamos demasiadas veces de técnicos y de ideas, y al no haber estilo, se discuten resultados y cambios durante los partidos”, disparó sin reparos.
Hasta se dio el gusto de ironizar: “Lo ideal sería un mix entre el Patón (Edgardo Bauza, director técnico de San Lorenzo) y yo”, deslizó, para después señalar que la producción del primer tiempo en el debut ante Paraguay “fue, lejos, lo mejor del equipo en mi ciclo, y lo mejor que se vio hasta ahora en la Copa”.
“Todos sabemos cómo juega Brasil. Salvo uno o dos ciclos, siempre se sabe a qué juega, en cambio nosotros cambiamos demasiadas veces”, dijo Martino, y cuando fue consultado sobre si volvería a realizar los mismos cambios que ante Paraguay, respondió que “es imposible saberlo ahora”.
Martino se mantiene firme en su tesitura de que hay que tener la pelota y atacar, aunque también aclaró que la decisión de ir masivamente al ataque ante Paraguay fue “porque ellos rompieron el partido entre defensores y atacantes y consideré que con el potencial que tenemos, eso nos convenía y de hecho, perdimos muchos goles debajo del arco de ellos. Era un partido para 5-3 y terminamos 2-2”.
El director técnico argentino tuvo palabras de elogio hacia el trabajo de su colega uruguayo Tabárez y admitió que su rival de hoy “perdió jugadores de jerarquía como Diego Lugano y Martín Cáceres abajo, así como Diego Forlán y Luis Suárez arriba”, y le restó importancia a quedar primero o segundo en el Grupo B. “Tenemos que clasificarnos. Si primeros o segundos, ya es secundario”.
Por el lado uruguayo, su director técnico Tabárez se centró en la estrella argentina, Lionel Messi, a quien conoce bien porque lo tuvo que enfrentar en cuartos de final de la Copa pasada en Argentina, cuando logró eliminar al equipo albiceleste por penales.
“Es imposible pensar en un marcaje individual a un jugador así. Hay que superarse como equipo, apelar al trabajo colectivo”, dijo Tabárez, que reconoció que en el debut ante Jamaica “hubo cosas buenas y otras malas pero hay mucho para corregir”.
Tabárez no dio el equipo titular pero no se prevén demasiados cambios en esta nueva estructura que tampoco cuenta con el lesionado Marcos Cáceres abajo, ni con Diego Pérez, que como Diego Forlán y Diego Lugano, ya no forma parte de los seleccionados celestes, en lo que significa todo un cambio generacional.
En principio, si Argentina jugaría con Romero; Zabaleta, Garay, Otamendi, Rojo; Biglia, Mascherano, Pastore; Messi, Agüero y Di María, Uruguay saldría con Muslera; Maxi Pereira, José María Giménez, Godín, Alvaro Pereira; Carlos Sánchez o Alvaro González, Arévalo Ríos, Lodeiro, Cristian “Cebolla” Rodríguez; Rolan y Cavani.
Uruguay sale con ventaja porque un empate lo dejaría al borde de la clasificación, mientras que para Argentina, una victoria aparece como fundamental para asegurar su clasificación, pero especialmente, para retornar a la solidez y olvidar rápidamente lo ocurrido ante Paraguay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario