DESDE LA SERENA, CHILE
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¿Qué balance hacen ustedes de la
actuación paraguaya en la Copa América?
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Hacía muchos años que no se ganaba un
partido de Copa América, hacía más de cinco años que no se tenía un cincuenta
por ciento de posesión de pelota y tuvimos el setenta y cinco, casi ochenta
ante Jamaica, 410 pases exitosos cuando Paraguay tenía un promedio de 200, o
sea que hay cosas que por ahí ustedes no la ven o que la gente no analiza, pero
que son muy positivas para nosotros.
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Bueno, al menos a nosotros no nos
sorprende, e incluso en la Argentina tanto usted como su padre fueron muy
elogiados cuando ganaron el título del Torneo Final, y a usted en particular se
le dio mucha importancia y los jugadores de River Plate lo elogiaron mucho.
Ustedes decían que tenían que ganarse la confianza del pueblo paraguayo.
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Y…es como todo, es un cuerpo técnico
nuevo, no nos conocen y en cada país nuevo al que vas, tenés que demostrar
aunque creo que mi viejo no tiene que demostrar nada a nadie, pero es una
selección, viene de estar última, en el puesto 85 de la FIFA, todo mal así.
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¿Cómo encontró lo anímico? porque la
selección paraguaya venía de una situación muy dura, sin clasificarse al
Mundial 2014…
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Es que tocaron fondo. Peor que eso no se
puede estar.
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¿Y cómo se trabaja con eso?
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No, creo que el grupo está comprometido
en revertir las cosas, porque son ellos los que lo tienen que hacer. No fueron
ellos los culpables, pero son los que ponen la cara, porque hubo mucha gente
atrás de esto, decisiones que tienen un por qué Paraguay tocó fondo.
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Está apuntando a la dirigencia…
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…son decisiones en las que el jugador es
el que menos culpa tiene. Eso es lo que le puedo decir. Cambiar una generación de un día para el otro, es
algo que no tiene que ver con ellos y que fue el 80 por ciento de la
explicación de lo que pasó.
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En ese sentido, ustedes están manejando
muy bien los cambios. Fueron elogiados casi unánimemente por la prensa
argentina en el partido ante la selección albiceleste.
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No sé, no leo mucho lo que dicen pero
nos pone contentos. Por ahí veíamos que
nos estaba costando con los dos centrales, que jugaban siempre libres.
Argentina se basa más en la tenencia de pelota hacia atrás, suelta a los dos
centrales, rompen líneas y te complican porque generan superioridad numérica en
todos lados. En el segundo tiempo rompimos eso y nos fue bien.
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Gerardo Martino estaba un poco
sorprendido porque decía que ustedes habían decidido romper el partido,
proponiendo un ida y vuelta, partiéndolo.
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Sí, es como todo. Con esos equipos está el riesgo. Te podés
comer una goleada histórica o podés empatar porque si están finos Messi, Agüero
y Di María, no hay táctica que valga contra esos jugadores.
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¿Hasta dónde ve a Paraguay en esta Copa?
¿Hasta dónde cree que puede llegar?
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A nosotros el técnico nos enseñó y nos
transmite al cuerpo técnico que lo que hace, es para ganar. Si es para
participar, teníamos miles de ofertas de Dubai, Qatar, todos esos lugares,
pero vinimos a ganar, por más que hace mil años no se gana nada en Paraguay
pero nos enseñaron con esa mentalidad. Ojalá se pueda. Vamos a tratar de llegar
lo más lejos posible. Es un proceso largo, viene de estar último, estamos 85 en
el mundo, no va a ser fácil pero contra Jamaica demostramos que cuando hay que
jugar, jugamos. Cuando hay que meter, se mete. Es una selección completa. El
jugador paraguayo se tiene que convencer. Si se convence, este grupo va a andar
muy bien.
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A usted y a su padre en general les
gusta el fútbol ofensivo, porque Paraguay tiene esa tradición de equipo
cerrado, duro, italiano en Sudamérica. ¿Ahora hay una tendencia a sacarlo más
adelante?
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Creo que cambiar la idiosincrasia de un
país, no es lo aconsejable. Uno se tiene que adaptar y no el país a uno.
Obviamente, en base al orden, se puede crecer a nivel juego. Ante Jamaica se ha
manejado muy bien el juego y el primer tiempo fue perfecto. Tuvimos, no la mala
suerte, pero ganamos en base a un gol de otro partido, porque habíamos generado
ocho situaciones de gol claras y no tuvimos la suerte de meterla. Vamos a ir
creciendo si se convencen de que tienen calidad pero tienen que recuperar la
confianza después de lo mal que les fue en la pasada clasificación para el
Mundial. Y eso de a poco se está consiguiendo.
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¿Qué le parece el juego de Uruguay, el próximo
rival?
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Ellos proponen un juego duro. Tratar de ir siempre a la segunda pelota,
priorizan mucho el juego aéreo, y apuestan casi todo a la pelota parada. Sabemos que no juega Diego Godín (dos
amarillas) que es una pieza importante para ellos en lo defensivo como
ofensivo. Esperemos poder lastimarlos.
Han complicado a la Argentina. Con sus herramientas, no es un juego
vistoso. Lo dijo el Maestro Tabárez que a ellos no les da vergüenza defenderse
y me parece bárbaro. No tendría que tener problemas.
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¿Y el nivel general de la Copa?
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Y…es duro. Ya nadie te regala nada. Ya
no es más como antes que no existían los análisis que existen hoy. Se pueden
ver todos los partidos del mundo. Antes se podía sacar ventaja por el lado del
que tenía buenas individualidades pero hoy ya no es así porque a nosotros nos
tocó como selección 85 contra la 2 y si seguíamos jugando cinco minutos más, le
ganábamos. Es muy parejo y es una linda Copa porque está para cualquiera.
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¿Usted usa sistemas sofisticados de
software para analizar rivales, o no es para tanto?
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No, es todo. Yo uso todo. Analizamos
videos grupales e individuales de cada jugador que vamos a enfrentar, seis
meses antes, o sea que hoy si ya no se usa esas herramientas, es difícil. No
sólo nosotros, sino cualquiera que esté dirigiendo a este nivel. En 2015 no se
puede trabajar sin estas herramientas.
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En el título de River, fueron los
jugadores los que lo destacaron mucho. ¿Es por algún sistema particular de
trabajo?
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No, yo no hice nada fuera de lo común.
Lo que pasa es que en la Argentina se subestima tanto a la gente. Es fácil
subestimar al toque y después te la tenés que…yo siempre dije que no creía en
las críticas y tampoco en los elogios. No era el peor y después tampoco el
mejor. Pero fue una demostración de que no hay que subestimar a nadie y que
cada uno hace su trabajo, por más que no tenga la edad o la trayectoria, pero
primero hay que ver el trabajo de uno para evaluar. Vivimos en un país que es
fácil, que cualquiera habla de cualquiera. He escuchado programas en los que
entrenadores que no han ganado nada en su vida tienen la moral para opinar de
los Bianchi o los Ramón Díaz, o del tata mismo que ha dirigido al Barcelona o
que ha hecho historia en otros lados. Uno se tiene que acostumbrar también a
eso. Creo que el grupo en ese momento me
ayudó a hacer algo importante. Si no fuera por ellos, hoy no estaría acá, ni
las críticas habrían sido tan buenas. Se lo debo cien por cien a ellos.
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Si tuviera que definir un estilo de los
Díaz, ¿cómo lo definiría?
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Se nos enseña a jugar por el
resultado. A nosotros no nos interesa
que digan que tenemos un estilo. Nosotros jugamos para ganar. Después, obviamente, te gusta salir desde el
fondo, la tenencia, pero lo único que sirve en este ambiente es ganar. Desde ya
que es bueno tener una forma. Eso es lo ideal, pero si hay que romper el patrón
de juego para ganar, no tenemos problemas.
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Lo decimos porque Ramón en general está
identificado con un estilo ofensivo…
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Sí, pero hoy el entrenador se tiene que
adaptar al plantel que tiene y después, al lugar que está. Guardiola usa
siempre los mismos sistemas con jugadores arriba de los 100 millones de
dólares. No es relativo. Si a todos nos dan un plantel de más de cien millones
de dólares vamos a intentar la excelencia y el juego ofensivo, pero no todos
tenemos planteles de más de cien millones de dólares y hay miles de
entrenadores. Tenés que adaptarte a lo que tenés, con tus virtudes, defectos,
contra quién jugás, si sos mejor o peor. Soy ramonista cien por cien (risas).
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Usted acaba de enfrentar a Argentina por
la Copa América. ¿Cómo lo ve? Porque también hay muchas críticas a su juego…
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Es el mejor equipo del mundo. Son
Argentina y Alemania. Lo que pasa es que en la Argentina se habla muy fácil, es
todo blanco o negro muy rápido, tienen un entrenador excelente, que trabaja muy
bien porque tengo gente en común con el Tata, hablo con el Tata. Tienen a uno
de los mejores entrenadores del mundo, a los mejores jugadores del mundo, pero
no enfrentás palos, son hombres, jugadores de fútbol que tienen sangre,
virtudes y no siempre se puede tener la tenencia los 95 minutos. De un partido.
Yo a la selección la veo muy bien, para hacer una gran Copa América, una gran
eliminatoria y un gran Mundial, porque el tata tiene el estilo que les gusta a
los argentinos, de jugar, de proponer y creo que lo dijo en estas horas, que un
partido malo no marca. Hay que tener paciencia. Yo siempre le voy a desear el
bien al Tata porque es un gran tipo.
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Cuando usted planifica un partido y lo
tiene a Messi enfrente, ¿qué piensa?
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Se disfruta porque uno tuvo que hacer
méritos para llegar a eso. Más a nivel selección porque te puede tocar en un
club. Pero a nivel selección, te das cuenta lo que es. Nosotros lo estudiamos
desde hace seis meses para este partido y ahí te das cuenta hasta dónde
llegaste. A veces es bueno mirar para atrás y ver todo lo que tuviste que pasar
para enfrentar al mejor del mundo. Y yo sentí orgullo de verlo ahí, enfrentarlo
y en cierto momento poder contrarrestarlo. Siempre uno tiene metas más grandes
pero no deja de ser cumplir un sueño.
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La sensación que hay es que su padre, en
mentalidad, ha sido el mejor heredero de Angel Labruna
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Yo creo que mi padre sacó lo mejor y lo
peor de todos los entrenadores que tuvo.
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¡Por qué lo peor?
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Porque de lo malo también se aprende, de
lo que no tenés que hacer, cómo te tenés que manejar con el grupo. No lo veo
cien por cien Labruna. También tuvo otros técnicos como Wenger, Trappatoni, al
Flaco Menotti, pero trata de sacar todo.
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