sábado, 13 de junio de 2015

Que los cumplas infeliz: 22 años sin ganar nada (Perfil)



                                 
                                           DESDE LA SERENA, CHILE


La mala fortuna y los continuos cambios de director técnico, en distintas direcciones ideológicas, son los principales motivos que argumenta la prensa argentina para determinar por qué la selección nacional lleva 22 años sin ganar un título oficial de mayores desde aquella ya lejana Copa América de ecuador en 1993.

Según los periodistas argentinos consultados, no hay un único motivo de explicación de más de dos décadas sin conseguirse un éxito continental o mundial pese a que hay una coincidencia general en que en la mayoría de esos torneos (seis Copas América y seis Mundiales), la selección argentina era una de las candidatas a los títulos.

Juan Carlos Pasman, del multimedios América, prefirió “no buscar excusas” y buscó analizar las causas Copa por Copa. “En 1995 fue la mano de Tulio y antes, un error de Daniel Passarella de poner un equipo suplente contra Estados Unidos y perdimos 3-0 y nos terminó complicando y tuvimos que enfrentar a Brasil en cuartos, y nos quedamos afuera. Me parece que no hay una sola explicación. En 1997 otra vez Passarella decidió no llevar el mejor equipo a Bolivia pensando en el Mundial y otra vez pasó en 1999 con Marcelo Bielsa en la Copa de los tres penales de Martín Palermo, y en 2001 no se fue a Colombia por la cuestión de la inseguridad . La que más cerca estuvimos de ganar fue la de 2004 contra los suplentes de Brasil, y no se puede criticar mucho por marcar mal a Adriano en los últimos cinco minutos. En 2007 perdimos bien la final, nada para decir. Y en 2011, creo que Sergio Batista cedió por algo que no estaba convencido, que fue la inclusión de Carlos Tévez”.

“En los Mundiales, salvo en el último, nunca estuvimos cerca. Desde 1990 para acá, tenemos la excusa del doping de Diego Maradona aunque en 2014 pudo haber sido nuestro Mundial y no fue. No se puede ganar siempre, pero tampoco se puede no ganar nunca. Hubo errores de los técnicos, un poquito no ligamos, y otras, pensamos que teníamos más de lo que creíamos. Hubo un poco de todo. La era post-Matadona nos costó mucho, y lamentablemente Lionel Messi en la selección nunca tuvo el nivel individual y colectivo que tuvo en el Barcelona”, sostuvo Pasman.

Para Claudio Giglioni de LT3 de Rosario, con seis mundiales y seis Copas América como acreditado, no se ganó nada en 22 años “por diversos factores. La cuestión lúdica en la final de 2004 con el gol de Adriano. En el resto, no hicimos buenas Copas América. Fue buena la previa de Alfio Basile para Venezuela 2007 y después nos agarró Brasil. Muy mala la que hicimos de local en 2011”.

“Creo que algo está pasando con la generación post-Maradona. Llegamos siempre como candidatos, porque el potencial de Argentina es siempre el mismo, y en el momento de ganar no está colectivamente la compenetración para que el equipo alcance el objetivo. El que más cerca estuvo fue Bielsa, a un minuto, y el que más lejos, fue Batista, pero un solo denominador común: a la hora de estar en la cita para que el equipo exprese sus mejores valencias, no lo pudieron hacer. Argentina fue candidata en tres o cuatro veces, y no pudo.  Uruguay o Brasil, cuando llegan a la final, juegan allí el mejor partido del campeonato”, reflexionó el periodista rosarino.

Para Vicente Panetta, veterano periodista de la agencia AP, “aunque parezca una frase remanida, creo que por mala suerte, porque me acuerdo cuando se perdió con Brasil sobre la hora en Perú, o un penal y un tiro libre sacaron al equipo del Mundial 2002 y en la final del último Mundial se perdió sobre el final, y por el otro lado, un Messi del que se esperó mucho y no rindió a ese nivel en los partidos decisivos”.

“No es porque no haya tenido equipos o planteles. Tampoco se le puede atribuir la mala suerte. Hay algunos factores futbolísticos que quizá tengan que ver con los entrenadores y con esa reconversión de ideas, de pasar de Menotti a Bilardo, o de Sabella a Martino. Estilos contrapuestos, al derecho y al revés, que terminaron confundiendo la idea a la que se refiere Gerardo Martino. Por eso haya que apuntar también a la conducción dirigencial”, analizó Héctor Laurada, de la agencia nacional Télam.

Para Elías Perugino, de la revista El Gráfico, “es difícil encontrar una razón por la cantidad de muy buenos jugadores que tuvo la selección. Creo que en el Mundial pasado lo único que faltó fue un poquito de suerte porque Argentina hizo un buen Mundial para poder dinamitar una historia nefasta por la que no se podía llegar ni a la semifinal. Vi repetidas veces la final y creo que fue mejor que Alemania pero siempre se necesita una pizca de fortuna”, refirió.

“Desde que Sabella se hizo cargo de la selección, con madurez individual y consolidación del equipo, se está para ganar algo. En el pasado hubo muchos errores al cambiar demasiado de entrenador con mucha vertiginosidad, y eso no ayudó a consolidar un estilo o una identidad para jugadores que aunque muchas veces fueron los mismos, jugaron a distintas cosas”, agregó Perugino.


Para Néstor Clivatti, de radio Continental “no hay una razón tan contundente pero hay factores humanos. No es el azar. Se fueron diluyendo camadas de jugadores que no alcanzaron ese grado de madurez como para ganar un título. Hubo una cierta sucesión irregular de ciclos de entrenadores que quedaron truncos o malas elecciones de directores técnicos cooperaron también ante la falta de coherencia dirigencial y uno cree que ese momento de ganar algo empieza a llegar pero no será sencillo porque no se gana sólo con apellidos o mística sino pensar hacia dónde se quiere ir en lo filosófico o futbolístico”.-

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