DESDE LA SERENA, CHILE
La mala fortuna y los continuos cambios de director
técnico, en distintas direcciones ideológicas, son los principales motivos que
argumenta la prensa argentina para determinar por qué la selección nacional
lleva 22 años sin ganar un título oficial de mayores desde aquella ya lejana
Copa América de ecuador en 1993.
Según los periodistas argentinos consultados, no hay
un único motivo de explicación de más de dos décadas sin conseguirse un éxito
continental o mundial pese a que hay una coincidencia general en que en la
mayoría de esos torneos (seis Copas América y seis Mundiales), la selección
argentina era una de las candidatas a los títulos.
Juan Carlos Pasman, del multimedios América,
prefirió “no buscar excusas” y buscó analizar las causas Copa por Copa. “En
1995 fue la mano de Tulio y antes, un error de Daniel Passarella de poner un
equipo suplente contra Estados Unidos y perdimos 3-0 y nos terminó complicando
y tuvimos que enfrentar a Brasil en cuartos, y nos quedamos afuera. Me parece
que no hay una sola explicación. En 1997 otra vez Passarella decidió no llevar
el mejor equipo a Bolivia pensando en el Mundial y otra vez pasó en 1999 con
Marcelo Bielsa en la Copa de los tres penales de Martín Palermo, y en 2001 no
se fue a Colombia por la cuestión de la inseguridad . La que más cerca
estuvimos de ganar fue la de 2004 contra los suplentes de Brasil, y no se puede
criticar mucho por marcar mal a Adriano en los últimos cinco minutos. En 2007
perdimos bien la final, nada para decir. Y en 2011, creo que Sergio Batista
cedió por algo que no estaba convencido, que fue la inclusión de Carlos Tévez”.
“En los Mundiales, salvo en el último, nunca
estuvimos cerca. Desde 1990 para acá, tenemos la excusa del doping de Diego
Maradona aunque en 2014 pudo haber sido nuestro Mundial y no fue. No se puede
ganar siempre, pero tampoco se puede no ganar nunca. Hubo errores de los
técnicos, un poquito no ligamos, y otras, pensamos que teníamos más de lo que
creíamos. Hubo un poco de todo. La era post-Matadona nos costó mucho, y
lamentablemente Lionel Messi en la selección nunca tuvo el nivel individual y
colectivo que tuvo en el Barcelona”, sostuvo Pasman.
Para Claudio Giglioni de LT3 de Rosario, con seis mundiales y seis
Copas América como acreditado, no se ganó nada en 22 años “por diversos
factores. La cuestión lúdica en la final de 2004 con el gol de Adriano. En el
resto, no hicimos buenas Copas América. Fue buena la previa de Alfio Basile para
Venezuela 2007 y después nos agarró Brasil. Muy mala la que hicimos de local en
2011”.
“Creo que algo está pasando con la generación
post-Maradona. Llegamos siempre como candidatos, porque el potencial de
Argentina es siempre el mismo, y en el momento de ganar no está colectivamente
la compenetración para que el equipo alcance el objetivo. El que más cerca
estuvo fue Bielsa, a un minuto, y el que más lejos, fue Batista, pero un solo
denominador común: a la hora de estar en la cita para que el equipo exprese sus
mejores valencias, no lo pudieron hacer. Argentina fue candidata en tres o
cuatro veces, y no pudo. Uruguay o
Brasil, cuando llegan a la final, juegan allí el mejor partido del campeonato”,
reflexionó el periodista rosarino.
Para Vicente Panetta, veterano periodista de la
agencia AP, “aunque parezca una frase remanida, creo que por mala suerte,
porque me acuerdo cuando se perdió con Brasil sobre la hora en Perú, o un penal
y un tiro libre sacaron al equipo del Mundial 2002 y en la final del último Mundial
se perdió sobre el final, y por el otro lado, un Messi del que se esperó mucho
y no rindió a ese nivel en los partidos decisivos”.
“No es porque no haya tenido equipos o planteles.
Tampoco se le puede atribuir la mala suerte. Hay algunos factores futbolísticos
que quizá tengan que ver con los entrenadores y con esa reconversión de ideas,
de pasar de Menotti a Bilardo, o de Sabella a Martino. Estilos contrapuestos,
al derecho y al revés, que terminaron confundiendo la idea a la que se refiere
Gerardo Martino. Por eso haya que apuntar también a la conducción dirigencial”,
analizó Héctor Laurada, de la agencia nacional Télam.
Para Elías Perugino, de la revista El Gráfico, “es
difícil encontrar una razón por la cantidad de muy buenos jugadores que tuvo la
selección. Creo que en el Mundial pasado lo único que faltó fue un poquito de
suerte porque Argentina hizo un buen Mundial para poder dinamitar una historia
nefasta por la que no se podía llegar ni a la semifinal. Vi repetidas veces la
final y creo que fue mejor que Alemania pero siempre se necesita una pizca de
fortuna”, refirió.
“Desde que Sabella se hizo cargo de la selección,
con madurez individual y consolidación del equipo, se está para ganar algo. En
el pasado hubo muchos errores al cambiar demasiado de entrenador con mucha
vertiginosidad, y eso no ayudó a consolidar un estilo o una identidad para
jugadores que aunque muchas veces fueron los mismos, jugaron a distintas
cosas”, agregó Perugino.
Para Néstor Clivatti, de radio Continental “no hay
una razón tan contundente pero hay factores humanos. No es el azar. Se fueron
diluyendo camadas de jugadores que no alcanzaron ese grado de madurez como para
ganar un título. Hubo una cierta sucesión irregular de ciclos de entrenadores
que quedaron truncos o malas elecciones de directores técnicos cooperaron
también ante la falta de coherencia dirigencial y uno cree que ese momento de
ganar algo empieza a llegar pero no será sencillo porque no se gana sólo con
apellidos o mística sino pensar hacia dónde se quiere ir en lo filosófico o
futbolístico”.-
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