DESDE LA SERENA, CHILE
Consciente de que es la gran oportunidad para
instalarse definitivamente en los pocos corazones dudosos que quedan entre los
argentinos, pero que esta Copa América puede significar la cereza del
postre para quedarse definitivamente con su quinto Balón de Oro a fin de año,
Lionel Messi acelera su preparación para el momento definitivo de la
competencia, que llegará luego de que pase Jamaica, el último obstáculo de la primera
fase, en Viña del Mar.
Con un gol de penal en dos partidos, pero con
algunos de sus clásicos destellos geniales (entre ellos, dos caños memorables
en suelo chileno), Messi apunta al título en esta Copa y ya lo dijo ayer: no
puede terminar su carrera con la albiceleste sin una copa levantada y sabe que
aquí todo está dado para conseguirlo.
Hasta la propia hinchada argentina que se acercó al
estadio La Portada coreó su nombre ante Paraguay y Uruguay en los dos primeros
partidos, porque ya es un estandarte de la selección nacional y ya son pocos
los que lo discuten.
Contaba Martí Perarnau, autor de un muy buen libro
sobre Josep Guardiola en el Bayern Munich, que en un reciente congreso de
directores técnicos en Sevilla, el preparador físico del equipo alemán y ex del
Barcelona, Lorenzo Buenaventura, se refirió en un momento a las capacidades de
Messi.
“Hubo cinco o seis periodistas que masacraron al
mejor jugador de la historia porque dijeron que en un partido corrió 8
kilómetros, es decir, menos que el arquero José Manuel Pinto. Resulta que en
esta Champìons League, contra el Bayern, nos fusiló y nos generó un 0-3 en 15
minutos, con dos goles, y había corrido los mismos 8 kilómetros que antes le
criticaban. Esos mismos periodistas que antes lo mataban, ahora están
callados”, recordó.
Buenaventura lanzó una pregunta interesante en ese
congreso: “¿Sabeis por qué Messi puede jugar entre 55 y 60 partidos por
temporada? Porque juega como su cuerpo le invita a jugar: caminando. Mira, se
para y piensa: “ahora pasará tal cosa” y los demás no hemos visto aún lo que
ocurrirá en 30 segundos. A Messi no hay que disfrutarlo solamente, sino
comprenderlo”, remató.
El catalán Ferrán Adriá, el mejor chef del mundo
para muchos tras su paso por el mítico “El Bullí” (cerrado porque busca nuevas
experiencias culinarias tras su resonante éxito), cree que hay un nexo entre
todos los títulos que viene consiguiendo el Barcelona desde 2006: “Messi”.
“Creo que hay que darle de comer aparte”, dijo
Adriá. “La gente dice que no sabe manejarse pero creo que es un chico muy
inteligente”, sostuvo.
Con él coincidió el artista Jordi Rollán,
vicepresidente del Círculo Artístico de Barcelona. “Messi es un superdotado, un
malabarista. Ver jugar a Messi es otra cosa. Es un bailarín, un atleta, una maravilla.
La gran diferencia entre él y el resto es la genialidad”.
Pero, ¿cuál fue el rendimiento de Messi en lo que va
de esta Copa América? Un seguimiento estadístico indica que remató 8 veces al
arco ante Paraguay y 5 ante Uruguay. De los 8 ante Paraguay, 2 fueron al arco ,
2 afuera, 1 fue parado por el arquero y 3 bloqueados. Ante Uruguay 2 fueron al
arco, ninguno afuera, 2 parados y 1 bloqueado.
Si contra Paraguay tuvo 40 pases buenos, ante
Uruguay fueron 38, y si ante los guaraníes tuvo 7 pases largos, ante los
celestes fueron 6. Contra los albirrojos tuvo 2 pases largos buenos y 1 contra
los charrúas, y si recuperó 4 pelotas ante Paraguay, fueron 3 ante Uruguay.
Siguiendo la matriz de pases del genio rosarino,
ante Paraguay sus principales receptores fueron Javier Mascherano (6), Di María
(12), y ante Uruguay, Di María (8), Javier Pastore (7) y Biglia (7).
De cualquier modo, jamás con un genio, los números
pueden acabar de explicar la maravilla de su fútbol, aunque sea por minutos o
por parcelas. Cuando pase el tiempo, muchas de las doscientos diez mil personas
que habita en La Serena podrán decir que alguna vez, Meesi pisó estas hermosas
tierras.
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