Desde Barcelona
Fue una conferencia de prensa “a la argentina” en un
salón del subsuelo del hotel en el que se concentra la selección nacional.
Allí, sin aceptar preguntas y por sólo cuatro minutos, el presidente de la AFA,
Claudio “Chiqui” Tapia, confirmó que no habrá partido amistoso en Israel y
pidió perdón a la comunidad argentina en ese país y a los propios israelíes
pero explicó que se debe a que su entidad “debe velar por la integridad física
de mis jugadores”.
De esta manera, y sin precisar los pasos a seguir en
cuanto a si habrá algún partido amistoso en el Camp Nou ante alguna selección
de Europa del Este, o Malta o San Marino (también se habla de una práctica
fuerte ante el sub-20 nacional), Tapia se retiró tras haber participado de una
tensionante reunión de casi dos horas, en una habitación del lujoso hotel
“Sofía” de la coqueta avenida Diagonal, con el enviado de la empresa Comtec,
organizadora del partido, el también argentino Ariel Raber.
Raber, muy amigo de Jorge Messi, el padre de Lionel,
llegó inmediatamente a Barcelona al conocerse que la AFA había decidido anoche
no jugar el partido ante Israel en el estadio Teddy de Jerusalén por las
reiteradas amenazas que recibieron algunos jugadores clave como Lionel Messi o
Javier Mascherano, aunque desde la institución se sostiene siempre que la
medida se tomó “en conjunto”.
Raber fue enviado por el mayor accionista de la
empresa, Daniel Benamin, pero también hubo negociaciones desde el Ministerio de
deportes israelí, vía telefónica, por las que se le ofreció a Tapia cambiar la
sede del partido desde Jerusalén (el mayor foco del conflicto) a Haifa, a unos
50 minutos de distancia y con una capacidad parecida de espectadores y que se
jugara este mismo sábado 9 de junio, como estaba previsto.
Para la organización del partido, la situación es
desastrosa porque como la demanda de entradas fue de 600.000 personas para
30.000 localidades, la reventa fue gigante y ahora, que hay que devolver los
boletos, hay que hacerlo de forma oficial, con el costo original.
Otro de los problemas es que la muy popular ministra
Miri Reguev había sido protagonista de la llegada de la selección argentina a
Israel y coqueteaba con la posibilidad de utilizar políticamente que Lionel
Messi haya jugado en Jerusalén para su campaña para ser próximamente primera
ministra pero ahora muchos en Israel la responsabilizan por la suspensión por
su empeño en jugar el partido en Jerusalén cuando tal vez no hubiera habido
problemas en ciudades como Haifa o Tel Aviv.
En cuanto a la selección argentina, los planes ahora
cambian y se extenderá la estadía en Barcelona para viajar al Mundial de Rusia
desde esta ciudad y ya no desde Tel Aviv, como estaba previsto, lo cual también
cambia el escenario de los entrenamientos y partidos, porque hasta el momento,
el último rival antes del debut mundialista del 16 de junio en Moscú ante
Islandia es Haití, el pasado 29 de mayo.
Por ahora, no hay noticias sobre los pases a seguir
por parte de la selección argentina. Esto es un minuto a minuto. Lo que puede
ser ahora mismo, tal vez ya no lo sea dentro de una hora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario