jueves, 21 de junio de 2018

Sin el equipo confirmado, Argentina se juega mucho ante Croacia (Jornada)




                                                         Desde Moscú



Ya no hay tiempo para especulaciones. La selección argentina ya agotó el crédito y debe poner todo sobre la mesa ante un rival muy complicado en los papeles como Croacia, que ya le sacó dos puntos de ventaja por los resultados de la primera fecha del Grupo D, y entonces debe salir a ganar el partido si no quiere llegar a la definición dependiendo de otros resultados.

El director técnico argentino, Jorge Sampaoli, no confirmó el once inicial albiceleste en la conferencia de prensa que compartió con el lateral Marcos Acuña, por lo que persisten las dudas sobre el volante central que acompañará a Javier Mascherano en un esquema que en principio partiría con tres defensores, cuatro volantes (dos de ellos, carrileros), y el gran signo de pregunta sobre si además de Lionel Messi y Sergio Agüero habrá un extremo como Cristian Pavón, o un segundo enlace como Maxi Meza.

El jugador de Independiente podría ir también al banco de suplentes para que sea Enzo Pérez quien acompañe a Mascherano, lo cual sorprendería un poco porque el volante de River Plate estaba de vacaciones cuando lo convocaron de urgencia para reemplazar al lesionado Manuel Lanzini, pero no parece que haya podido recuperar su estado físico y futbolístico tan pronto, y se corre el riesgo de repetir el andar lento y cansino de un mediocampo que no tuvo nunca cambio de ritmo ante Islandia.

Esta vez, al menos, el esquema de 3-4-2-1 o el 3-4-3 (dependiendo de si juegan Meza, Pérez o Pavón) se parece un poco más al original que hace un año pregonaba el director técnico Sampaoli, a diferencia del debut mundialista que no guardó relación con esta idea, si bien el entrenador planteaba hace un año un esquema con dos volantes de contención, uno de ellos también de salida, con buen pie, por detrás de Messi y de Dybala, como una especie de “cuadrado virtuoso” al que adelante se le sumaban dos extremos y un nueve (en aquel tiempo, pensado para Mauro Icardi).

Hoy, poco tiene que ver este esquema con aquel, con tres defensores pero uno de ellos, Nicolás Tagliafico, de escasa experiencia en esa posición  para línea de tres, y con dos carrileros, Marcos Acuña por izquierda y Eduardo Salvio por derecha, sumados a dos volantes centrales, además de Messi, Agüero, y un extremo como Pavón o un segundo volante como Meza, muy lejos de aquellos tres delanteros.

Enfrente, Argentina tendrá a una Croacia a la que ya enfrentó en el Mundial 1998 de Francia en Bordeaux (ganó el equipo que en ese entonces dirigía Daniel Passarella 1-0 con gol de Mauricio Pineda) y que cuenta con varios jugadores de renombre aunque en especial, los dos pilares del medio, Iván Rakitic, compañero de Messi en el Barcelona, que juega algo más retrasado, y Luka Modric, eje del Real Madrid, el más adelantado del cuadrado central que impuso el muy inteligente entrenador Zlatko Delic.

Claro que como a Croacia le sirve el empate, Delic tendría previsto realizar dos cambios en su estructura: establecer una defensa de más fuerza y altura, con Domagoj Vida, habitual marcador central, como lateral izquierdo, dejando su lugar en la zaga para Vendran Corluka, de 1.92 metro de estatura, en tanto que quitará a uno de sus delanteros, Kramaric, para colocar otro volante que ayude en la contención de Messi, como Milan Badelj. Al lado de Corluka seguirá jugando Lovren, el recio defensor del Liverpool, mientras que el lateral derecho seguirá siendo ocupado por Vrsaljko, del Atlético Madrid.

La ciudad de Nizhny Novgorod, a orillas del río Volga y que durante la etapa soviética se allamara Gorki, en homenaje al gran escritor Máximo Gorki, la quinta con más cantidad de habitantes de Rusia y potente centro industrial, apareció movilizada en las últimas horas a la espera de este partido casi decisivo del Grupo D.

Nizhny Novgorod fue fundada en 1221 por el príncipe Yuri II de Vladimir y desde 1917 fue un gran centro del comercio del imperio ruso y en 1896 fue sede del Centro de Exposiciones de todo el país, aunque ya para el tiempo de la Segunda Guerra Mundial, durante la etapa socialista, se fue reconvirtiendo en productor de automóviles al punto de que hoy se ha convertido en un museo de enorme atracción turística.
También esta ciudad fue proveedora, durante esa guerra, de equipos militares y eso incidió en que fuera especialmente bombardeada por la Luftwaffe, aunque la fábrica fue reconstruida por los propios ciudadanos en cien días.

El árbitro del partido será el uzbeko Ravshan Irmatov, uno de los más reconocidos por la FIFA, al punto de haber estado en la terna para dirigir el partido inaugural y que ya tiene experiencia en dirigir a la selección argentina porque en Sudáfrica 2010 estuvo en el 2-0 a Grecia en la fase de grupos, aunque también en la dura derrota de 4-0 ante Alemania en cuartos de final que significó la eliminación albiceleste en el torneo.


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