Desde Barcelona
El presidente argentino, Mauricio Macri, recibió con
suma sorpresa que la sede del partido amistoso que jugará la selección nacional
el próximo 9 de junio ante Israel será Jerusalén y no Haifa como se rumoreaba
en un principio.
En la reunión que mantuvo anoche con el plantel
argentino que jugará el Mundial de Rusia, en Ezeiza, Macri preguntó, en tono
confirmatorio, si la sede del partido es la de Haifa, como se especulaba, pero
los jugadores le informaron del cambio por el estadio Teddy, en Jerusalén.
En Barcelona, un integrante del plantel argentino,
en el hotel Princesa Sofía, sostuvo que este partido ante Israel “viene mal
parido” en referencia al cambio de sede y al hecho de que se juegue en
Jerusalén, hacia donde acaba de trasladar su embajada el gobierno
estadounidense de Donald Trump, al reafirmar que la capital del país hebreo es
esta ciudad y no Tel Aviv, como en muchos casos se suele afirmar. Desde la AFA
se considera que este partido y en esta sede, es de “alta exposición”.
El cambio de sede del partido entre Israel y
Argentina, del 9 de junio próximo, estaría relacionado a las gestiones al más
alto nivel de la ministra de Cultura, Miri Regev, de alta exposición política,
cuando estaba previsto que se jugara en Haifa y de allí la suposición de Macri,
quien se sorprendió mucho ante este cambio de ciudad a último momento.
Por otra parte, la selección argentina volvió a
modificar su calendario previo del Mundial y acortó un día de estadía en
Barcelona, al recibir la aprobación desde la organización del partido amistoso
ante Israel de que podrá disponer de un día para visitar el Muro de los
Lamentos y diversos lugares sagrados de este país, por lo que el viaje,
previsto para el 8 de junio, un día antes del amistoso, se adelantará para el
7, y tras el partido del 9, viajará directamente a Rusia para el Mundial.
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