Desde Moscú
El comunicado de prensa de la AFA dice que el
entrenamiento vespertino de la selección argentina se adelantará casi dos horas
a lo previsto, a las 16,45 hora local, para que todo el plantel pueda observar
el partido crucial para su suerte, el de Nigeria ante Islandia, que finalmente
ganaron los africanos, y de esta manera, otra vez el equipo nacional tiene
alguna chance de pasar a los octavos de final y en cierta manera, dependiendo
de si mismo, aunque a falta de una fecha se encuentre último en la tabla del
Grupo D.
Podría afirmarse entonces que en lo que a Nigeria se
refiere, cumplió con creces con su cometido de vencer a Islandia y no estuvo
lejos de hacerlo por la misma diferencia por la que un día antes cayó, de
manera inesperada, la selección argentina ante Croacia (3-0), pero ahora, el
equipo nacional necesitará no sólo ganarle a los africanos, contra los que cayó
derrotado por 4-2 en noviembre pasado (sin Lionel Messi) en un amistoso, sino
que la diferencia deberá ser de un gol más que la del triunfo de Islandia sobre
Croacia si es que éste se produce, pero hasta podría conseguir el pase por
puntos, si Islandia no gana su partido.
En cualquier caso, la selección argentina podrá
alcanzar como máximo el segundo lugar por detrás de Croacia, y esto podría
llevarla, con mucha probabilidad, a que en los octavos de final deba enfrentar
a Francia, la selección puntera del Grupo C con los seis puntos en disputa
conseguidos.
Pero más allá de las especulaciones, ¿cómo hará la
selección argentina para vencer a Nigeria tomando en cuenta el rendimiento de
“Las Águilas”, su velocidad, su habilidad natural, y algunas posiciones en el
campo insolubles para este equipo argentino que no logra armonizar un once y
jugárselas con él.
Si la selección argentina no pudo parar a Iván
Perisic, el extremo del Inter, ¿por qué sí podría con Victor Moses, quien
cumple la misma función, aunque partiendo unos metros más atrás, en el Chelsea?
Para eso, la selección argentina no podrá repetir el esquema de tres defensores
porque al final, es Nicolás Tagliafico el que cruzar hacia el lateral
izquierdo, mientras que el lateral-volante Marcos Acuña debe retroceder varios
metros.
¿o es más negocio, entonces, colocar allí un
marcador de punta, en línea de cuatro, y jugar “a la clásica” argentina con dos
volantes ofensivos, un volante central que acaso no sea el ideal por su
veteranía, pero acaso Javier Mascherano es el que cuenta con mayor presencia en
esa posición, luego más adelante Lionel Messi, acompañado, por fin, de un socio
como Paulo Dybala, y un delantero como Cristian Pavón para acompañar a Sergio
Agüero?
Pero no sólo hubo falta de respuestas tácticas sino
también anímicas. Fue el propio Sampaoli, en la conferencia de prensa posterior
al partido ante Croacia, el que insistió en el derrumbe de este equipo ante la
primera señal negativa, con escasa tolerancia a la frustración.
Si sumamos este extraño momento de Lionel Messi,
esta incógnita sobre los motivos, surge entonces la pregunta sobre cómo
consigue la selección argentina ayudarse a s{i misma, más allá de que la hayan
ayudado desde afuera. Y aunque parezca una locura, es lo que más cuesta
responder, al menos hasta ahora.
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