miércoles, 18 de junio de 2014

Irán, Cha-Bum Kun y la defensa de cinco (Jornada)


                                      
                                    Desde Belo Horizonte

El recientemente fallecido escritor colombiano Gabriel García Márquez afirmaba que los recuerdos no son sino construcciones que cada uno hace de lo que vivió, y si nos remitimos a esta frase con la mirada en el fútbol, el Mundial de México 1986 para los argentinos sólo tiene la cara de la gloria.

Pocos recuerdan que el debut fue ante Corea del Sur, en el estadio olímpico de México 1968 en Distrito Federal, y que en los días previos, un temeroso Carlos Bilardo repetía constantemente “guarda con Corea y con Cha-Bum Kun”, quien se desempeñaba en el Bayer Leverkusen.

Claro que tras el 3-1 del debut, nadie se acordó de aquel delantero y quedó sumergido en el filtro del éxito final, pero esto viene a cuento porque desde ayer comenzaron los elogios de varios integrantes de la selección argentina al juego de los iraníes, que si algo temen, es precisamente enfrentar a Lionel Messi y compañía.

El tema, aunque cambian las caras, los años y los contextos, sigue siendo el mismo en torno de la selección nacional. Si asumirse por fin como potencia, jugar al ataque, sacar las mejores cartas como quien pone sus mejores cubiertos para honrar a las visitas, o seguir con estos temores infundados, ese pánico a perder que en estos años sólo llevó al equipo…a perder.

“Ellos tienen buen dominio de pelota”, “Físicamente son fuertes y se cierran bien y va a ser difícil llegarles” y una cantidad de frases vacías, sin mucho sostén más que el de una primera justificación, llevan a varios jugadores argentinos a lanzar estas consideraciones justo cuando un día antes, su capitán, Messi, dejó en claro para qué están en este Mundial de Brasil: “Somos Argentina y nos tienen que temer”.
Parece que Sabella tomó debida nota. El entrenamiento de ayer ya fue con un sistema 4-3-3, con Enzo Pérez en lugar de Fernando Gago, y Maxi Rodríguez en vez de Angel Di María (con alguna molestia).
Al menos, algo queda claro: en principio, la relación entre el entrenador y los jugadores sigue siendo buena. Lo dijo bien Rodrigo Palacio: “Todo bien. Si rectificó es que tiene capacidad de autocrítica”.

No habrá que buscar, entonces, un Cha-Bum Kun iraní. Mejor pensar en cuántos goles se le puede marcar a un equipo muy inferior, en el que su propio entrenador, el portugués Carlos Queirós, ex DT del Real Madrid, dijo que “sería un milagro” sacarle algún punto a los albicelestes.

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