Desde Belo Horizonte
El recientemente fallecido escritor colombiano
Gabriel García Márquez afirmaba que los recuerdos no son sino construcciones
que cada uno hace de lo que vivió, y si nos remitimos a esta frase con la
mirada en el fútbol, el Mundial de México 1986 para los argentinos sólo tiene
la cara de la gloria.
Pocos recuerdan que el debut fue ante Corea del Sur,
en el estadio olímpico de México 1968 en Distrito Federal, y que en los días previos,
un temeroso Carlos Bilardo repetía constantemente “guarda con Corea y con
Cha-Bum Kun”, quien se desempeñaba en el Bayer Leverkusen.
Claro que tras el 3-1 del debut, nadie se acordó de
aquel delantero y quedó sumergido en el filtro del éxito final, pero esto viene
a cuento porque desde ayer comenzaron los elogios de varios integrantes de la
selección argentina al juego de los iraníes, que si algo temen, es precisamente
enfrentar a Lionel Messi y compañía.
El tema, aunque cambian las caras, los años y los
contextos, sigue siendo el mismo en torno de la selección nacional. Si asumirse
por fin como potencia, jugar al ataque, sacar las mejores cartas como quien
pone sus mejores cubiertos para honrar a las visitas, o seguir con estos
temores infundados, ese pánico a perder que en estos años sólo llevó al
equipo…a perder.
“Ellos tienen buen dominio de pelota”, “Físicamente
son fuertes y se cierran bien y va a ser difícil llegarles” y una cantidad de
frases vacías, sin mucho sostén más que el de una primera justificación, llevan
a varios jugadores argentinos a lanzar estas consideraciones justo cuando un
día antes, su capitán, Messi, dejó en claro para qué están en este Mundial de
Brasil: “Somos Argentina y nos tienen que temer”.
Parece que Sabella tomó debida nota. El
entrenamiento de ayer ya fue con un sistema 4-3-3, con Enzo Pérez en lugar de
Fernando Gago, y Maxi Rodríguez en vez de Angel Di María (con alguna molestia).
Al menos, algo queda claro: en principio, la
relación entre el entrenador y los jugadores sigue siendo buena. Lo dijo bien
Rodrigo Palacio: “Todo bien. Si rectificó es que tiene capacidad de
autocrítica”.
No habrá que buscar, entonces, un Cha-Bum Kun iraní.
Mejor pensar en cuántos goles se le puede marcar a un equipo muy inferior, en
el que su propio entrenador, el portugués Carlos Queirós, ex DT del Real
Madrid, dijo que “sería un milagro” sacarle algún punto a los albicelestes.
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