Una oportunidad para la dignidad

                                 

                                        Desde Belo Horizonte

Unos treinta y cinco periodistas que seguíamos día a día la actividad de la selección argentina en Chiclayo, al norte del Perú, en la región de Lambayeque, nos disponíamos a comenzar una nueva jornada a la espera de que los jugadores salieran del vestuario para saltar al campo de entrenamiento, pero la demora era mucho mayor a la tradicional.

Comenzamos a dar vueltas merodeando la puerta, hasta que salió el jefe de Prensa, Andrés “Coco” Ventura, a informarnos que los jugadores ya saldrían pero nos pedía que los periodistas hiciéramos un círculo, que nos colocáramos dibujando una circunsferencia.

Estábamos atónitos. ¿Asistiríamos a algún rito? ¿Una nueva idea rondaba en la cabeza del cuerpo técnico? ¿Nos harían una broma pesada?

Nada de eso. Lo que ocurrió, sencillamente, es que el cuerpo técnico que encabezaba Marcelo Bielsa, y los jugadores que componían ese plantel de la Copa América 2004, se habían dado cuenta de que ese día, 18 de julio, se cumplía la primera década del atentado a la AMIA, la mutual judía, en Buenos Aires, con la consecuencia de 85 argentinos fallecidos.

Fue sólo un momento, un minuto de silencio respetuoso, emocionante, que todos hicimos. Periodistas, jugadores y cuerpo técnico, pero lo importante es que fue una iniciativa de la comitiva, algo que dignificó a quienes lo propusieron.

Pasaron ya veinte años del atentado. En poco menos de un mes se cumplirán oficialmente, y todo sigue como entonces, con la comunidad judía argentina y algunos sectores tratando por todos los medios que se haga Justicia, luchando contra acuerdos espurios, y la negativa de Irán de ceder a sus involucrados y de cualquier tipo de responsabilidad.

Este sábado, en Belo Horizonte, la selección argentina tiene la posibilidad de enfrentar a Irán por el Mundial de fútbol, en un partido que será visto por cientos de millones de personas en todo el planeta, una excelente ocasión para dar a conocer lo que ocurre al mundo entero. ¿Se animará la AFA a cualquier directiva al respecto? ¿Se animará el Gobierno argentino a cualquier acto, por pequeño que sea, aprovechando la situación?

Es vierto que la FIFA suele ser muy puntillosa con aquello de “no mezclar el fútbol con la política” pero ya quedó claro, desde hace mucho tiempo, que no existe esa posibilidad, porque todo lo que hace el hombre es político. Incluso, es político el deseo de no mezclar el fútbol con la política.

Si el recordado doctor Sócrates pudo salir con una vincha al Mundial de México 1986, ¿qué es lo que no puede hacer la selección argentina? ¿cuánto podría influir esto en lo deportivo?

Parece sólo cuestión de animarse, de ser valiente, y de aprovechar la ocasión para hacerle recordar al rival, a los espectadores y al mundo, que Argentina sigue queriendo que se haga Justicia y que no olvida lo que ocurrió hace casi 20 años.

¿Tendrá la dignidad que tuvo en 2004? Ojalá.