Desde Belo Horizonte
Las dudas sobre el alcance de la lesión de Sergio
Agüero, descartado para los octavos de final del martes en San Pablo ante
Suiza, pero tal vez con chances de tener una nueva oportunidad mundialista,
acapararon la atención de la prensa nacional e internacional ayer en el regreso
de la selección argentina a la concentración de la “Cidade do Galo”, de regreso
del partido jugado en Portio Alegre ante Nigeria.
Tras la conferencia de prensa de rigor de Fernando
Gago y Ricardo Alvarez, el médico de la selección argentina, Daniel Martínez,
leyó un comunicado, que evitó las preguntas, y que apoyado en imágenes de las
distintas instalaciones del predio, se limitó a señalar que Agüero tiene una
lesión de grado 1 del tercio distal del bíceps femoral, la cara posterior del
muslo, y que, según el facultativo, “representa el grado menor en lesiones
musculares”.
Martínez sólo descartó a Agüero para el partido de
octavos de final ante Suiza, pero no hizo lo propio con el resto del torneo, y
añadió que eso dependerá “de la evolución de la lesión”.
El médico mostró en imágenes el ecógrafo portátil
que posee el centro del Atlético Mineiro, sumado a un ecógrafo de pie y un
equipo de resonancia magnética, “por lo que no necesitamos de estudios
complementarios y por lo tanto, no tenemos que salir del predio para nada”.
Durante el día de ayer circularon versiones sobre
que incluso Agüero se había quedado fuera del Mundial, y comenzaron las
opiniones sobre el factor psicológico que podría estar afectándolo por sus
problemas familiares con su suegro, Diego Maradona, y su entorno.
Agüero ya había tenido otras dos lesiones en el
final de la temporada con el Manchester City, de las que parecía recuperado,
aunque en las dos últimas fechas de la Premier League, que ganó su equipo,
seguía sin dar garantías de recuperación total y generaba ciertas dudas sobre
si llegaba en su mejor forma al Mundial.
Por su parte, tanto Gago como Alvarez afirmaron que
“en este momento hay que apoyarlo y es cuando se ve el grupo”.
Gago dijo también que el equipo argentino “está
yendo de menor a mayor en el torneo” y definió a Suiza como “un rival
complicado, porque en el Mundial, ningún partido es fácil” y reconoció que al
principio, “el nivel de ansiedad nos hizo apresurarnos y ahora tuvimos más
movilidad porque Nigeria fue el primer rival que tuvimos que se abrió un poco”.
Gago también justificó los problemas defensivos que
está teniendo la selección en que “ es difícil no cometer errores en una Copa
del Mundo y nosotros con Mascherano estamos para dar equilibrio a equipo pero
es lógico que quedemos descompensados cuando atacamos con cuatro jugadores.
Sabemos que corremos ese riesgo”.
También comenzó a aparecer el tema del sistema que
el equipo argentino debería utilizar ante Suiza. Consultado Gago sobre si no
hay que aprovechar la ausencia de Agüero para pasar a un esquema con cuatro
volantes, el volante apenas respondió que “es una cuestión del técnico”.
Por su parte, Alvarez afirmó que enfrentó a varios
jugadores suizos en la Serie A italiana, y que “son de muy buena calidad y
peligrosidad, pero cuando juegan contra nosotros, se suelen meter todos atrás”.
Gago relativizó que la llave del lado argentino sea
más accesible que del otro, “porque un buen ejemplo es Costa Rica. Creo que el
peor error que podríamos cometer es pensar en el futuro cuando está el
presente”.
El volante de Boca quiso restarle presión a Lionel
Messi, al afirmar que “a leo hay que disfrutarlo, es el mejor jugador del
mundo. No creo que tenerlo genere dependencia de él”, mientras que Alvarez
justificó la actitud de Ezequiel Lavezzi, que le tiró agua al entrenador
Alejandro Sabella, un hecho que recorrió las redes sociales. “Tener una persona
alegre, contenta, le hace bien al grupo”.
Gago recordó que la selección argentina ya jugó y le
ganó a Suiza en 2012, “aunque ahora algunas cosas tal vez cambiaron y ellos
tienen dos delanteros muy rápidos”, pero no quiso abundar en la forma en la que
habría que jugarles a los helvéticos.
Poca autocrítica y demasiados silencios y confusión
en la concentración argentina. Por lo que se ve, es el equipo más escondedor de
todos los que participan en el Mundial. ¿Cambiará eso algún día?
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