jueves, 19 de junio de 2014

La abdicación del Tiki Tiki (Jornada)


                               
                                                      Desde Belo Horizonte

El estadio Maracaná, testigo de tantos momentos inolvidables del fútbol, volvió a ser escenario de un episodio trascendente de este tiempo, al ser testigo de la prematura eliminación del Mundial de la selección española, la vigente campeona, al ser derrotada de manera inapelable por otra “Roja”, la del ascendente equipo chileno, que aprovechó para hacer leña del árbol caído.

Esta selección chilena comandada por el argentino Jorge Sampaoli, ya hizo historia, consiguiendo la clasificación para los octavos de final y aún con chances de pelear ante Holanda en la última jornada por llegar al primer lugar y si acaso, eludir a Brasil en el primer compromiso mano a mano.

El equipo español, esta vez, no tuvo las luces de los tres grandes torneos pasados que se llevó a sus vitrinas: dos Eurocopas y un Mundial, que nadie podrá borrar de la historia, pero que quedaron muy lejos y aunque Vicente Del Bosque tiene bien ganados laureles anteriores, no supo ver, al igual que dirigentes y gran parte de la prensa de su país, que las cosas ya no son como eran y que aquél basamento del “tiki taka”, como se bautizó a esa serie de toques preciosos para la vista, hoy apenas es un tímido “tiki tiki”, con jugadores en muy bajo nivel, ya sea por cansancio físico, por los años de experiencia o porque el sistema está tan gastado que ya muchos saben cómo contrarrestarlo.

Si bien Del Bosque dijo tras el partido, en el que su equipo fue derrotado de principio a fin, sumado a la goleada recibida ante Holanda en la primera fecha (1-5), que debe pensar fríamente los próximos pasos a dar y que la mayoría de los jugadores manifestó que apoyará la decisión que tome el entrenador, es clarísimo que se termina un ciclo brillante, casi a la par del final del ciclo del Barcelona, y no tiene esto nada de casual.

Esta selección estuvo conformada por muchos jugadores del Barcelona, y al equipo catalán le sucedió algo muy parecido en la última temporada, sumado a que Del Bosque se empecinó en convocar a la mayoría de jugadores de cuatro años atrás en la cita sudafricana, pero muchos de ellos no estaban en la misma forma y algunos, como Xavi Hernández, directamente cerrando una etapa de su carrera. El hecho de que este eximio volante tenga un pie y tres cuartos en Qatar, tras el Mundial, es la pauta más clara, pese a lo cual, el entrenador lo mantuvo hasta que las velas ardieron y no tuvo más remedio que quitarlo ante Chile, por todo lo que se jugaba. Algo parecido ocurrió con Gerard Piqué, que debió dejar su lugar a Javi Martínez, mientras que poco se terminó de entender que Diego Costa, delantero de contrataque, se nacionalizara para jugar con volantes de toque, cuando quedaron afuera Negredo, Soldado o Fernando Llorente, cuando por ejemplo éste último pudo haber aportado una variante por arriba, aprovechando las subidas de Navas (otro no convocado) por la banda.

En síntesis, una España con un fútbol viejo, que terminó abdicando justo cuando se produjo el cambio de corona con la entronización de Felipe en vez de Juan Carlos en la Monarquía.

Por el lado de Chile, un panorama más que alentador, y más aún si pudiera conseguir ante Holanda el primer lugar en el Grupo B y evitar, seguramente, a Brasil, pero más todavía si nos atenemos a su juego, por momentos hasta pasado de revoluciones en ataque.

El chileno es uno de los seleccionados con más vocación ofensiva en todo el Mundial, aunque gusta demasiado del vértigo y apenas si apela a la pausa por el lado de Jorge Valdivia, pero además, con jugadores de muy buen pie, si bien la defensa no parece tan sólida y su arquero pasó un día de gloria porque además fue contratado por el Barcelona.

Chile pudo haber ganado por más porque al margen de los goles de Eduardo Vargas y de Charles Aranguiz, tuvo muchísimas más chances para golear, porque España no consiguió hacer demasiado, shockeada como estaba por el debut con una inesperada goleada ante Holanda, y al pasar los minutos aparecieron los mismos problemas estructurales de los últimos tiempos: toque intrascendente, poca profundidad en el ataque, pocos delanteros, errores defensivos y un experimentado arquero como Iker Casillas que volvió a equivocarse en un rechazo que terminó en gol.

Ante España, Chile apareció como la novedad, la frescura, la velocidad, el hambre, el juego estético y dinámico. España se mostró gastada y en declive.

Holanda, en clave de gol

Aunque le costó muchísimo Australia, un equipo que jugó mejor de lo imaginado, la selección holandesa pudo sacar el partido adelante por contar con una delantera que se va convirtiendo en una de las más prolíficas del torneo, con Arje Robben, Robin Van Persie y una gran promesa por la izquierda, el joven Menphis Depay, para tener muy en cuenta.

Holanda tiene un notable parecido a la Argentina en su juego, con un gran ataque, uno de los mejores del mundo, pero una defensa inexperta y que sufre mucho la marca, aunque la argentina parece más sólida, dependiendo de cada caso.

En otro de los tantos partidos abiertos y agradables de este Mundial, los australianos consiguieron empatar de saque del gol de Robben por Cahill y hasta se pusieron adelante en el marcador como para hacer historia, pero no pudieron soportarlo. En los últimos minutos, los naranjas impusieron su mayor peso específico y acabaron revirtiendo el marcador.

Croacia promete

Había quedado una sensación de cierta injusticia con la derrota croata ante Brasil en el partido inaugural de San Pablo, y se confirmó ayer, cuando los balcánicos golearon sin atenuantes a otra selección que está muy lejos de lo que fue, Camerún (4-0).

Croacia se basa en el juego cerebral de Modric y Rakitic, y celebró el regreso de Mandzukic, que aportó su potencia para marcar claras diferencias y postularse ahora para obtener una plaza en octavos, que deberá dirimir ante México aunque necesitará ganar para avanzar a los octavos.


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